¿Por qué hay un déficit de financiación para la energía solar en el África subsahariana?

Vista aérea de Accra, Ghana
Vista aérea de Accra, Ghana

El África subsahariana, una región del cinturón solar, no sólo tiene grandes condiciones para producir energía solar, sino que también hay un fuerte argumento económico para ello. El precio de la electricidad para las empresas e industrias en países como Ghana alcanza los 38 céntimos de euro por kWh, lo que se ha citado como el mayor problema para las empresas y dificulta el crecimiento económico. Y todavía hay frecuentes apagones. Las recientes subidas de precios de muchas empresas de servicios públicos africanas pueden considerarse un paso hacia la reducción de las subvenciones en el sector eléctrico, que es crucial para que estas empresas estatales funcionen de forma rentable.

Como el coste de la producción de electricidad solar sigue bajando, los proyectos solares para abastecer a estas empresas son viables desde el punto de vista técnico y financiero; sin embargo, no se están llevando a cabo. Esto se debe a que existe un déficit estructural de financiación en el África subsahariana que impide que muchos proyectos solares tengan acceso a la financiación y, por tanto, se realicen. Pero con unos beneficios de costes tan evidentes, ¿por qué existe este déficit de financiación?

Altos costes de transacción

La implantación de soluciones de energía renovable conlleva unos elevados costes de transacción que suelen derivarse de actividades como los estudios de viabilidad técnica, las evaluaciones financieras, la estructuración jurídica de los proyectos, las valoraciones de riesgo y otros gastos de desarrollo. Suelen realizarse a través de empresas externas, lo que supone unos costes fijos independientes del tamaño del proyecto. Por lo tanto, para los inversores comerciales tiene sentido invertir en proyectos más grandes que en los más pequeños, ya que el coste fijo puede justificarse mejor en los proyectos más grandes.

Plazos de préstamo cortos y tipos de interés elevados

En la mayoría de los países del África subsahariana, no existen préstamos bancarios adecuados para los sistemas solares. Esto se debe a que los bancos locales sólo conceden préstamos a corto plazo, de no más de tres años, con tipos de interés que a veces alcanzan el 20% o más. Este es un cuello de botella comúnmente conocido que las organizaciones de desarrollo tratan de abordar con un éxito muy limitado hasta ahora en el campo de las energías renovables. Por lo tanto, no es una opción viable para la financiación de sistemas solares.

¿Cuál es el impacto del déficit de financiación?

Los proyectos de electrificación rural suelen financiarse a través de fondos específicos de acceso a la energía, organizaciones de desarrollo o instituciones de microfinanciación. En el otro extremo de la escala, las instituciones de financiación del desarrollo proporcionan financiación de la deuda para parques solares a escala de servicios públicos y sistemas muy grandes. Sin embargo, debido a las razones enumeradas anteriormente, el déficit de financiación afecta en gran medida a los sistemas con un volumen de financiación de entre 50.000 euros y 2,5 millones de euros.

Esto se traduce aproximadamente en sistemas solares con una capacidad de entre 40 kWp y 2 MWp, que son el tamaño ideal para proporcionar energía solar a los clientes comerciales e industriales (C&I), ya que su demanda de energía suele estar en el mismo rango. Estas empresas, aunque son financieramente estables, no invierten fuera de su actividad principal.

En Kenia, el sector C&I consume el 72% de la electricidad suministrada por la compañía eléctrica. Si se consigue cerrar el déficit de financiación, los proyectos solares representan una oportunidad tanto para apoyar la economía como para reducir la presión sobre la red nacional, liberando capacidad para los hogares.

¿Cómo se pueden financiar los proyectos?

Aunque existen proyectos piloto en el ámbito de los C&I, todavía no hay muchos sistemas solares implantados en el África subsahariana. Los proyectos piloto suelen estar cofinanciados por subvenciones, lo cual es insostenible, y por ello rara vez reciben proyectos de seguimiento. Aunque los proyectos piloto son útiles para probar la viabilidad técnica y aumentar el conocimiento de las soluciones de energía solar en el mercado, es necesario establecer mecanismos de financiación sostenibles para ampliar los mercados de energías renovables en África.

Una nueva tendencia es esperanzadora: el aumento de los métodos de financiación alternativos, como el crowdinvesting, está movilizando la financiación privada para proyectos de esta envergadura. Esto abre el acceso a la financiación necesaria para la realización de estos proyectos.

El crowdfunding consiste en que muchos inversores financien un proyecto, haciendo cada uno una pequeña contribución financiera en proporción al capital total necesario. En la mayoría de las plataformas de crowdinvesting, los volúmenes de inversión comienzan ya en 500 euros o incluso menos, pero las sumas totales de inversión por proyecto siguen alcanzando varios cientos de miles o incluso millones de euros.

El crowdinvesting ofrece a los inversores privados oportunidades de inversión tangibles y transparentes. Los inversores pueden seleccionar proyectos individuales en función de su interés y perfil de riesgo. Aunque se denomina inversión, en la mayoría de los casos se utilizan instrumentos financieros basados en la deuda. En estos casos, el inversor recibe la cantidad prestada a lo largo del tiempo más un atractivo interés. Los plazos típicos de los préstamos son de 5 a 8 años y los reembolsos se estructuran en la mayoría de los casos como pagos de anualidades.

Una pila de monedas con una pequeña planta que crece en ella.

Un caso de uso eficaz es el de ecoligo: una empresa de energía solar que utiliza la inversión colectiva para financiar sistemas solares para clientes C&I en el África subsahariana. El modelo de negocio está libre de la necesidad de subvenciones, lo que es un factor crucial para el desarrollo energético sostenible. En el actual proyecto de la Granja Bondet, los inversores colectivos reciben un tipo de interés del 5% anual durante un periodo de 5 años cuando conceden un préstamo para financiar dos sistemas solares con una capacidad combinada de 118,9 kWp. Esto abastecerá de energía solar a una granja de flores en Kenia.

A medida que aumente la conciencia de la necesidad y los beneficios de las energías renovables en todo el mundo, se ampliará el acceso a la financiación. Sin embargo, el proceso será lento, y las empresas C&I del África subsahariana, que sufren los altos costes de la energía, necesitan una solución energética mejor. La inversión alternativa presenta un camino claro para cerrar la brecha financiera y conseguir que se realicen muchos más proyectos solares, de una manera que sea sostenible tanto desde el punto de vista medioambiental como financiero.