Artículo invitado – 4 pasos para conseguir una cartera ecológica (sin dejarse engañar)

4 pasos hacia una cartera verde

Cada vez son más los inversores que se dan cuenta de que la sostenibilidad es un aspecto importante que puede garantizar la rentabilidad futura. Aproximadamente uno de cada cuatro dólares en los Estados Unidos, por ejemplo, se invierte ahora a través de una lente ESG (Environmental, Social and Governance).

Sin embargo, la inversión sostenible debe hacerse con precaución.

Los analistas advierten cada vez más que demasiados inversores están invirtiendo en todo lo que “parece verde “, lo que hace que las valoraciones de las empresas ecológicas alcancen máximos históricos y aviva el temor a una burbuja. A medida que aumenta la demanda de inversiones sostenibles, también lo hace el número de fondos y empresas que utilizan la etiqueta ESG principalmente (o puramente) como un truco de marketing.

Esto plantea una cuestión importante: en la búsqueda de una cartera de inversión verdaderamente sostenible, ¿dónde y cómo se empieza a evitar el lavado verde? Aquí tienes 4 sencillos consejos.

#1: No se obsesione con las últimas tendencias de ESG

A día de hoy, sigue habiendo muy poca base común sobre lo que significa realmente ESG, sin criterios estandarizados. El resultado es que muchos de los fondos que utilizan la etiqueta ESG hoy en día no son tan sostenibles como pueden parecer. Algunos de los fondos ESG más populares, por ejemplo, invierten en los mayores emisores de carbono del mundo. Por lo tanto, incluso los fondos que obtienen una buena puntuación en los criterios ASG pueden seguir apoyando a empresas que no están en consonancia con sus valores.

#2: Investiga y explora otras formas de invertir de forma sostenible

Si quiere invertir su dinero en empresas con estrategias climáticas de futuro, investigue. Comience por informarse sobre los diferentes tipos de inversión responsable. Aprender lo que realmente significan te dará una mejor idea de cómo diferenciar entre los “filtros verdes” y el “impacto real”.

Por ejemplo, uno de estos tipos de inversión es la inversión de impacto, una estrategia de inversión que pretende generar un impacto positivo para una causa social o medioambiental específica. Examina el impacto que una empresa tiene en el mundo, invirtiendo sólo en aquellas que tienen un impacto positivo en cualquier área social o medioambiental en la que se centre el inversor. Si realmente te preocupa el cambio climático, por ejemplo, oportunidades como la inversión de impacto climático pueden ayudarte a dirigir tus inversiones hacia la causa que realmente apoyas.

Consejo superior: Crowdinvesting

Aunque los fondos son ciertamente una forma fácil de invertir en empresas centradas en la sostenibilidad, no son necesariamente la única o la mejor forma de invertir. Un tipo interesante para explorar es el crowdinvesting.

El crowdinvesting es una forma especial de crowdfunding, en la que los particulares invierten a través de una plataforma online para conseguir un objetivo concreto y ganar intereses. La idea principal es recaudar el capital necesario para un proyecto o una empresa concreta obteniendo pequeñas aportaciones de un gran número de inversores. A cambio, los inversores reciben beneficios financieros en forma de pagos de intereses o participaciones en la empresa. La ventaja es la transparencia. A menudo se trata de inversiones directas en proyectos individuales, para que los inversores puedan seguir mejor el uso de su dinero.

ecoligo, por ejemplo, permite a los inversores beneficiarse financieramente de los proyectos de energías renovables y, al mismo tiempo, apoyar el desarrollo económico sostenible en los países emergentes. Además de los beneficios económicos, los inversores también pueden medir las emisiones de CO₂ que sus inversiones ahorran.

#3: La diversificación es la clave

Por último, pero no por ello menos importante: independientemente de los productos de inversión que elija para crear su cartera sostenible, asegúrese siempre de diversificar. Como se suele decir: ¡no pongas todos los huevos en la misma cesta!

No es ningún secreto que, si se hace mal, la inversión puede ser un rodillo emocional. La inversión sostenible no es una excepción en este caso: uno de los errores más comunes que cometen algunos inversores es comprar exclusivamente fondos muy concentrados en un sector concreto en un intento de alinear directamente sus inversiones con sus valores.

Este sería el caso, por ejemplo, si invirtieras todo tu dinero en empresas de energía eólica, porque quieres ser respetuoso con el clima. A pesar de su deseo de que todas sus acciones se disparen, habrá períodos en los que algunas de sus participaciones perderán dinero. Cuando esto ocurre, es necesario invertir en otros sectores, tecnologías, regiones o productos financieros para diversificar la cartera y compensar el descenso.

Conclusión:

En el mundo actual, una cartera con buenos resultados va de la mano de la sostenibilidad. Sin embargo, el reciente aumento de la demanda de productos de inversión sostenibles ha llevado a una multitud de fondos a incorporar criterios de “sostenibilidad” en su proceso de selección, a menudo como una mera etiqueta de marketing y no para provocar un impacto positivo real en la sostenibilidad.

Sin embargo, si usted investiga por su cuenta y diversifica su cartera en consecuencia, puede obtener buenos rendimientos de sus inversiones y proteger el planeta mientras lo hace.

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Este artículo fue escrito por Cooler Future, una startup de tecnología financiera que ofrece soluciones de inversión de impacto transparentes y eficaces para la generación consciente del clima. Su misión es crear un impacto climático positivo invirtiendo en activos de empresas que reducen activamente su huella de carbono. Con la aplicación móvil de Cooler Future, intuitiva y fácil de usar, cualquier persona puede hacer un seguimiento de la huella de sus inversiones, generando al mismo tiempo rendimientos financieros.