Por qué el sector del ecoturismo debe adoptar soluciones de energía limpia
La gente viaja más que nunca. La creciente clase media mundial está dando lugar a una “clase viajera“, que considera los viajes como una parte esencial de la vida, en lugar de un lujo. Si bien gran parte de estos viajes son de negocios, también tomamos vacaciones a destinos cada vez más lejanos. Esto se hace a costa de nuestro medio ambiente, y en un momento en el que la conciencia medioambiental y la búsqueda de un estilo de vida sostenible es cada vez mayor, muchos buscan consolidar su amor por los viajes de larga distancia con sus preocupaciones medioambientales.
Esto ha dado paso a un aumento del ecoturismo. Se considera una forma de turismo más sostenible en la que el viajero pretende reducir su impacto en el entorno, al tiempo que participa en actividades que le sumergen en la naturaleza y promueven la conservación del entorno natural que ha venido a disfrutar. Una parte esencial de esto es el alojamiento ecológico; alojamientos y hoteles que combinan la conservación con la relajación al tiempo que se esfuerzan por integrar la sostenibilidad en el núcleo de sus operaciones.
Estos complejos suelen estar situados fuera de las rutas habituales, en remotas islas filipinas o en lo más profundo de la sabana keniana. En consecuencia, muchos tienen conexiones deficientes o inexistentes a la red nacional: tomar el camino menos transitado suele significar que las compañías eléctricas no están entre las que tienen. Sin embargo, como hasta el viajero más intrépido suele esperar comodidades como la iluminación y el agua corriente, la electricidad es necesaria para estos negocios y, en su mayoría, se produce con generadores diésel.
Hay problemas obvios con esto. La energía producida por el gasóleo emiteCO2 y disminuye la calidad del aire local. Los generadores suelen colocarse a una distancia adecuada del complejo para que el ruido y la contaminación no molesten a los huéspedes, pero a menudo a costa de perturbar la fauna local. Estos factores crean una paradoja en el espíritu ecológico de estos retiros: un dilema tanto para los propietarios de los hoteles como para los huéspedes.
La otra cara de este dilema es un mercado ideal para los sistemas de energía solar más almacenamiento. Estos sistemas, en los que se instalan paneles solares en la propiedad del complejo y se conectan a sistemas de baterías capaces de almacenar grandes cantidades de energía, pueden proporcionar a estos negocios una alternativa sin emisiones de carbono a los generadores diésel.
Las ventajas son múltiples: los centros turísticos se vuelven autosuficientes y no tienen que depender del gasóleo importado, los sistemas son silenciosos y no molestan a los huéspedes ni a la fauna, y lo más importante, los hoteles ahorran toneladas de emisiones deCO2. Esto no sólo les ayuda a adherirse a sus propios principios de sostenibilidad, sino que también puede utilizarse para comercializar el alojamiento entre posibles huéspedes y obtener certificaciones de organismos medioambientales.
Estos sistemas no sólo merecen la pena para los complejos turísticos sin red, sino también para los hoteles y otros alojamientos de viaje que están conectados a la red pero tienen un suministro inestable. Los cortes de electricidad pueden afectar negativamente a la experiencia de los clientes y pueden dañar la reputación del complejo al estropear las críticas de los clientes, que son muy importantes.
El centro turístico ecológico de Qi Palawan, en Filipinas, es un ejemplo de sistema de energía solar más almacenamiento. El Resort Cero Carbono (ZCR), situado en la costa noreste de la isla de Palawan, se construyó y opera con la sostenibilidad en su núcleo; un principio que se reforzó el año pasado con la construcción de un sistema solar de 42 kWp con baterías que pueden almacenar 124,2 kWh de energía. Esto es suficiente para abastecer de energía al complejo en su punto máximo y ahorra más de 12.500 litros de gasóleo al año, lo que equivale a 32,5 toneladas de emisiones deCO2.
El suministro fiable de energía ha permitido otras ventajas, como una mayor iluminación y otras instalaciones para los huéspedes y los 42 empleados del complejo. Además, los costes energéticos de Qi Palawan han disminuido.
“En Qi nos esforzamos por crear un oasis que honre el entorno natural y aporte valor a la comunidad local. Estoy encantado de que nuestro complejo forme parte de la solución con esta tecnología ecológica progresiva.”
Bettina Rodarte. Propietario de la instalación.
El encaje perfecto entre la industria del ecoturismo y las energías renovables es evidente, pero la adopción de estas soluciones forma parte de un movimiento mayor. En una búsqueda realista de la protección del medio ambiente, tenemos que desarrollar y adoptar soluciones que minimicen nuestro impacto en el mundo natural al tiempo que mantenemos o aumentamos el nivel de vida, a nivel mundial. A medida que los viajes dejan de ser un lujo, la capacidad de viajar de forma sostenible también debe ser ampliamente accesible; para ello es esencial alimentar toda la industria con energía renovable. El sector del ecoturismo está en condiciones de iniciar esta transición, y ahora es el momento de hacerlo.
El proyecto de baterías solares en Qi Palawan se financió en la plataforma de crowdinvesting ecoligo.investments a principios de 2018. Un nuevo proyecto para financiar un sistema de 173 baterías solares para el cercano ecoresort Cauayan está actualmente abierto a la inversión en la plataforma.
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