Kenia: la potencia de África Oriental

El horizonte de Nairobi

Al pensar en Kenia, mucha gente tiene una imagen muy clara: carreteras polvorientas y sin asfaltar a través de una vasta sabana, pasando por chozas de barro y una población que vive en la pobreza.

Una economía e infraestructuras en crecimiento

Desgraciadamente, esta imagen está dibujada por los prejuicios. A estas alturas, Kenia es una potencia económica de rápido crecimiento en África Oriental, por lo que la economía creció en 2015 en aprox. 6%. Este crecimiento permitió a Kenia ascender al tercer puesto en el contexto global de África y Asia, sólo por detrás de China y Filipinas. Además, la renta interna bruta media de 1.160 USD está por encima del umbral del Banco Mundial para los países de renta media.

Una economía fuerte necesita una infraestructura sólida, que Kenia tiene y sigue desarrollando. Por ejemplo, una carretera asfaltada de varios carriles lleva de la ciudad portuaria de Mombasa a Nairobi. Esta infraestructura se amplía aún más: Se está construyendo una vía férrea de 485 km de longitud desde Mombasa hasta Nairobi, con lo que el tráfico de carga pesada se trasladará de la carretera al ferrocarril, un megaproyecto en el que se han invertido aprox. Se han invertido 3.800 millones de dólares. También en Nairobi, muy afectada por los fuertes atascos, una nueva autopista de circunvalación está aliviando las carreteras congestionadas.

Innovación digital

Además de las infraestructuras tradicionales, Kenia es conocida hoy en día por su “salto digital”. En lugar de invertir en una infraestructura alámbrica basada en cables de cobre para sus telecomunicaciones, el país adoptó directamente los servicios totalmente móviles: casi el 90% de los kenianos tiene un teléfono móvil. Esto no sólo ha influido en la forma de enviar y recibir información, sino que también ha tenido un gran impacto en la economía: los teléfonos, tanto los smartphones como los modelos más sencillos, se utilizan para realizar pagos como si no existiera otra forma. Esta tendencia está siendo un ejemplo para el resto del mundo.

Mujer trabajando en una oficina.

El país también quiere ser el primero en materia de innovación digital, y la capital, Nairobi, se ha ganado el apodo de “Silicon Savannah” en relación con el “Silicon Valley” de Estados Unidos. Un ejemplo de ello es la “Konza Techno City”, una ciudad completamente nueva que se está construyendo y que actuará como centro tecnológico. El objetivo es apoyar a las empresas que ya lideran el sector de la información y la tecnología en Kenia, fomentando así el crecimiento y el desarrollo de este sector.

Una economía fuerte necesita una infraestructura sólida, que Kenia tiene y sigue desarrollando.

Energías renovables: una nueva oportunidad

Con una demanda cada vez mayor, el sector energético también está en condiciones de dar un salto. En lugar de invertir en grandes centrales eléctricas, las soluciones de energía renovable descentralizadas ofrecen la oportunidad de reducir los costes y aumentar el suministro de forma sostenible. Un ejemplo clave es la energía solar: a medida que el coste de la energía fotovoltaica baja, la energía del sol se vuelve cada vez más atractiva. Este ahorro de costes puede repercutir sobre todo en las empresas e industrias, como la agricultura, cuyo crecimiento resultante apoyaría la economía. Además, como el comercio y la industria consumen el 73% de la electricidad de Kenia, el cambio a la energía solar también reduciría drásticamente las emisiones de CO2.

Acceso a la financiación

A pesar del crecimiento de Kenia y de las innovaciones financieras, el acceso a la financiación sigue siendo uno de los mayores obstáculos para la implantación de soluciones de energías renovables. Mediante la financiación colectiva de sistemas solares para empresas como Penta Flowers, una granja de flores en Kenia, ecoligo está eliminando esta barrera y permitiendo un futuro energético sostenible.